Ya está en la calle y en la red el quinto número de El Fuelle, órgano de expresión y combate de la Federación Ibérica de Juventudes Anarquistas. Puedes descargarlo aquí.
Ha llovido ya desde que El Fuelle IV vio la luz (y ya es decir en tiempos de sequías constantes). Pero como dice el refrán, nunca es tarde si la dicha es buena, y aquí os presentamos el quinto número de nuestra publicación. Varios han sido los motivos de esta tardanza, aunque las causas principales se deben al cambio de gestión en la edición de El Fuelle, y al gran volumen de actividad que los compañeros encargados manejamos en nuestros pueblos y ciudades.
Desde el último número, nuestra federación ha ido creciendo tanto en grupos como en actividad, lo cual resulta muy gratificante. Aun sabiendo que estamos empezando a rodar en un proyecto pensado para proyectarse hacia el futuro, empezamos a ver cierta respuesta favorable entre la gente, tanto de fuera como de dentro del movimiento. Ese respeto que tanto trabajo nos ha costado ganarnos, es uno de nuestros primeros triunfos en esta larga lucha y nos anima a seguir adelante por muy desalentadora que parezca la realidad que encaramos día a día.
Y es que, pese a todo esto, el tiempo pasa, y ninguna de las circunstancias que cotidianamente vivimos sirven de revulsivo para que las personas empiecen a cuestionar, de una vez por todas, la miseria social dentro de la que viven. Ya pueden venir crisis, ya puede venir el paro, las reformas laborales. Ya puede venir el control social, la videovigilancia, las detenciones o lo que quiera venir, que si no somos nosotros/as mismos/as los/as que empezamos a plantar cara de forma organizada, la sociedad no dará nunca el respingón de rabia, por muy chungas que se pongan las cosas. Por ello, una y mil veces más, os animamos a organizar vuestro amor y vuestra rabia para tratar de plantar cara, para aprender a decir que no, para construirnos como personas rebeldes luchando juntos y, sobre todo, para no sentirnos nunca más solos/as entre las multitudes.
Salud, Anarquía y Vida.
EDITORIAL
Ha llovido ya desde que El Fuelle IV vio la luz (y ya es decir en tiempos de sequías constantes). Pero como dice el refrán, nunca es tarde si la dicha es buena, y aquí os presentamos el quinto número de nuestra publicación. Varios han sido los motivos de esta tardanza, aunque las causas principales se deben al cambio de gestión en la edición de El Fuelle, y al gran volumen de actividad que los compañeros encargados manejamos en nuestros pueblos y ciudades.
Desde el último número, nuestra federación ha ido creciendo tanto en grupos como en actividad, lo cual resulta muy gratificante. Aun sabiendo que estamos empezando a rodar en un proyecto pensado para proyectarse hacia el futuro, empezamos a ver cierta respuesta favorable entre la gente, tanto de fuera como de dentro del movimiento. Ese respeto que tanto trabajo nos ha costado ganarnos, es uno de nuestros primeros triunfos en esta larga lucha y nos anima a seguir adelante por muy desalentadora que parezca la realidad que encaramos día a día.
Y es que, pese a todo esto, el tiempo pasa, y ninguna de las circunstancias que cotidianamente vivimos sirven de revulsivo para que las personas empiecen a cuestionar, de una vez por todas, la miseria social dentro de la que viven. Ya pueden venir crisis, ya puede venir el paro, las reformas laborales. Ya puede venir el control social, la videovigilancia, las detenciones o lo que quiera venir, que si no somos nosotros/as mismos/as los/as que empezamos a plantar cara de forma organizada, la sociedad no dará nunca el respingón de rabia, por muy chungas que se pongan las cosas. Por ello, una y mil veces más, os animamos a organizar vuestro amor y vuestra rabia para tratar de plantar cara, para aprender a decir que no, para construirnos como personas rebeldes luchando juntos y, sobre todo, para no sentirnos nunca más solos/as entre las multitudes.
Salud, Anarquía y Vida.